Cena con música de jazz en Botein

Anoche asistimos al restaurante Botein, un restaurante del que hemos hablado en varias ocasiones en este blog y que a nuestro parecer es uno de los mejores de Cáceres junto a Atrio y Oquendo. Ayer fue la primera noche en la que el restaurante combina un excelente menú especial con maridaje de vinos -a un precio razonable- y una velada musical, en esta ocasión dedicada al jazz.

El menú especial estaba formado por los siguientes platos:

Crema de calabaza con langostino frito. En nuestra opinión el plato habría quedado redondo con menos cantidad de crema de calabaza, tan sólo una pequeña cantidad en el fondo.
Viera asada con caviar de pimientos rojos. Una exquisita ensalada acompañada de unos brotes tiernos.
Ravioli de pato con salsa de uvas.
Salmonete con chipirones encebollados. Muy buena combinación y presentación en el plato.
Ragout de solomillo de retinto.
Copa de tres chocolates. A mi me pusieron un excelente carpaccio de frutas con aceite de oliva y un helado que ahora no recuerdo de que era.
Detalles de postre con las infusiones.

Los vinos que maridaban la cena fueron de la bodega Enate (D.O. Somontano):

Blanco Chardonnay (100 %)

Intenso aroma varietal de manzana, melocotón, hinojo y frutas exóticas (guayaba, fruta de la pasión) sobre un discreto fondo mineral. Paladar amplio, graso, con un paso limpio y fresco que desemboca en un posgusto ligeramente almibarado.

Rosado Cabernet Sauvignon (100 %)

Vino monovarietal de nariz intensa y muy afrutada en la que resaltan los aromas de la uva (arándanos, frambuesa, pimiento). En boca presenta un ataque carnoso y pleno. Su evolución en boca es magnífica, con un posgusto largo y sabroso en el que destacan los aromas varietales.

Tinto Cabernet Sauvignon-Merlot (al 50%)

Color cereza de media capa. Nariz sugestiva y compleja de frutos del bosque (grosella, zarzamora) con elegantes matices florales (violeta) y atisbos de pimienta, vainilla y sotobosque. Paladar suave y redondo sobre un mullido colchón tánico que abre paso a un final de boca sabroso, con notas de torrefacto.

Después de la cena y mientras escuchabamos la actuación me tomé un exquisito gin tonic de ginebra Hendrick’s con tónica Fever-Tree, eso si, acompañado de un rodaja de limón ya que no les quedaba pepino después de ofrecerlo.

De la actuación musical comentar que fue muy agradable, aunque hubo temas que quedaron flojos ya que para cantar What a wonderful world de Louis Armstrong o My baby just cares for me de Nina Simone hay que tener una voz mucho más potente y desgarrada. Según nos comentó Benjamín Caballero, chef del restaurante y dueño de mismo junto a su socio José Ángel Pulido (sumiller), en los próximos meses pretender repetir el evento con música de blues y fados.

Precio aproximado: 65 € por persona, con jerez, agua, copas…