
Nunca he realizado entrevistas y ésta es la primera que hago, bueno, en realidad son dos por una, como las ofertas de los hipermercados, y espero que os gusten. Por una parte entraremos en la cocina de un personaje relacionado con el mundo de la gastronomía que nos hablará de ese espacio en el que nos pasamos habitualmente varias horas. La segunda parte de la entrevista son veinte preguntas rápidas sobre sus gustos y sus recuerdos gastronómicos.
Tengo el gran honor de que mi amiga Yanet Acosta escritora y periodista gastronómica abra esta sección, que espero sea mensual. Claro, si hay gente atrevida a contarnos sus intimidades como lo ha hecho Yanet, dándole además ese toque inteligente de ironía y humor que la caracteriza.
¿Estás a gusto con tu cocina?
– Ni de coña, es terrible. Es de los 70s, con los muebles de formica.
Si pudieras ¿qué cambiarías?
– Todo.
¿Qué accesorio te es imprescindible?
– El extractor, justo lo que no me funciona.
¿Cuál es tu peor accesorio? ese que te regalaron o compraste y lo tienes oculto por inútil
– Un rodillo, que jamás he usado porque no tengo mesa donde extender ninguna masa. Aunque fuera de la cocina me resulta utilísimo.
¿Utilizas la Thermomix? ¿Qué piensas de ella?
– Me encantaría. De hecho me prestaron una durante un mes y es genial, pero no tengo pasta para comprármela. Bueno, mejor dicho, esa pasta prefiero gastármela en otra cosa. Creo que tiene un precio-timo.
¿El microondas lo usas para algo más que calentar leche para el desayuno?
– Sí, para cocer patatas, por ejemplo.
¿Compras accesorios, productos… por internet?
– No por Internet, porque me gusta visitar las tiendas y picar con cualquier cosa.
¿Ingrediente que no falta en tu cocina?
– Papas.
¿Habitualmente comes en casa?
– Menos de lo que me gustaría.
¿Quién cocina habitualmente en casa?
– Yo (la gata por ahora no se atreve).
¿Tu pareja cocina?
– Como te dije, la gata por ahora no se atreve.
¿Cuando cocinas implicas a los más pequeños en la cocina?
– Y tanto, intento que mi gata Grace lo haga todo.
¿Buscas recetas por la red o prefieres los recetarios clásicos?
– Lo combino. Busco entre mis recetarios y en Internet y luego elijo el que me parece mejor o hago una mezcla de todo lo que he leído.
¿Un blog o un libro de cocina, que a tu criterio, sea de cabecera?
– Todo Robuchon, tiene el grosor perfecto para apoyar la cabeza.
¿Sigues al pie las recetas o te gusta improvisar?
– ¿Tú qué crees?
¿Cuál es tu plato preferido en casa?
– Cualquier guiso de pescado y patatas, de esos que te hacen revivir.
¿Qué plato te gusta realizar para los amigos, el que mejor te sale?
– Pues depende del día, pero me encanta prepararles risotto con espárragos verdes o confit de pato.
¿Cuál es tu mayor desastre en la cocina?
– Tengo muchísimos. El último fue el intento de hacer un flan de huevo mientras hablaba por el móvil contigo!
¿Tu restaurante preferido?
– Muchosssss!!! Todo depende de dónde estés y con quién y cuáles sean tus objetivos.
Mójate ¿Cocina tradicional o de vanguardia cuando vas a un restaurante?
– ¿Rubias o morenas? ¡Las guapas! Pues eso, la buena cocina, rubia o morena.
¿Dónde te gustaría hacer un stage, si pudieras?
– Pues donde sea, pero con Pierre Gagnaire al lado.
¿Quién eres, gastronómicamente hablando, o quien te hubiera gustado ser?
– Soy una mala copia de Lucy Belda (la periodista de El Chef ha muerto) y de mayor quiero ser Linda Meyer, una agitadora gastronómica.
Tu preguntas tu respondes ¿Qué pregunta te gustaría que te hubiera hecho?
– ¿Qué es eso de la novela negra gastronómica?, pero menos mal que no me la has hecho porque te volvería a hablar de mi libro (jajaja).
Háblanos brevemente sobre ti
– ¿Brevemente? Uff, pues nací en Garachico, en Tenerife. Un pueblo surrealista de calles con casas blancas y roca volcánica entre los acantilados y el Atlántico. Vivo en Madrid, una ciudad canalla por excelencia, en la que las noches son una novela negra. Le doy vueltas a todo, hasta que todo me da vueltas. Me gusta mostrar que las cosas se pueden hacer de otra manera y me indigna la desigualdad.
Una comida o una bebida se degusta con los cinco sentidos, incluso con la memoria, pero para esta entrevista rápida voy a utilizar la palabra “sabor” aunque la respuesta sea un “aroma”, una “textura”…
- Un sabor de infancia… el jarabe de la tos, con sabor sintético a fresa. Era asqueroso.
- Un sabor adulto… el amargo del gin-tonic.
- Un sabor para despertar… el dulce y ácido a la vez de la papaya.
- Un sabor para dormir… el de la pasta de dientes de aloe vera.
- Un sabor para toda la vida… el del requesón, dulce de leche y guayaba, un postre de Jordi Roca.
- Un sabor para olvidar… el del tabaco, pero por ahora me cuesta.
- Un sabor para amar… el del cardamomo.
- Un sabor para odiar… el de un hígado vengativo.
- Un sabor para compartir… los tomates verdes fritos de Gumbo.
- Un sabor egoísta… el del chocolate.
- Un sabor a la orilla del mar… una vieja con papas arrugadas y mojo de cilantro.
- Un sabor a la sombra de un árbol… el de los higos.
- Un sabor del norte… el tuétano de Mugaritz.
- Un sabor del sur… la tortillita de camarones.
- Un sabor del este… el borsch.
- Un sabor del oeste… los espagueti.
- Un sabor divertido… un vino fino de Jerez.
- Un sabor serio… un vino de Burdeos.
- Un sabor claro… soba en caldo.
- Un sabor oscuro… el arroz negro.
Muchas gracias Yanet por tu tiempo y y me quedo con esa “vieja” con papas arrugadas y mojo de cilantro a la orilla del mar que me has recordado. La última vez que la probé fue en Arrieta, en la zona norte de Lanzarote, acompañada de un vino blanco de malvasía.
Puedes seguir a Yanet Acosta en:
Twitter | @yanetacosta
Blogs | El Chef ha muerto
Esta entrada fue publicada el 14 de noviembre de 2011 en nuestro blog Gastronomía con los cinco sentidos.
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